“Es mi primer festival!” … Cada vez que decía eso la gente sorprendida, alegre y con mucha euforia me decía que sería la mejor experiencia, que había escogido el mejor para comenzar y que me volvería fanática de los festivales.
Pedí la tarde del viernes en el trabajo para irme temprano al festival que tanto había esperado, “Body and Soul». Todo el mundo comentaba, muchos de mis compañeros de trabajo iban y estaba en el top de las redes sociales. No es el festival más grande de Irlanda pero aparentaba ser el mejor. Estaba un tanto emocionada pues era mi primer festival acampando así que me preparé: carpa, sleeping bag, botas de goma, toallitas húmedas, ropa de festival, lentes y la cava con hielo, comida y bebidas espirituosas.
Resulta que cuando llegamos (mi amiga irlandesa y yo) hicimos una cola de 2 horas para entrar… Si, 2 terribles horas cargando la mochila, la carpa y la cava llena de hielo, comida y alcohol (la próxima vez, no llevo cava o una muy pequeña). Una vez entramos decidimos pagarle a un chico que nos llevó las cosas al campamento en un carrito, porque la espalda se nos estaba partiendo en pedacitos.
Después de armar la carpa y prepararnos… Comenzó la diversión!.
El campamento era algo que no alcanzaba la vista, habían miles de carpas y todos los que estaban alrededor eran super amigables.
Nos fuimos al campo del festival y pensé que era solo un par de puestos de comida y bebidas, pero en realidad era como entrar a un cuento de fantasía. Además del escenario principal había un camino que llevaba a una feria de diversiones, así como en las películas… un faro gigante que en realidad era un tobogán, una pista de carritos chocones, un carrusel, unas sillas voladoras y pare de contar. Podías disfrutar de todas las atracciones a la hora que quisieras en el estado que estuvieras.
También había una carpa de comedia, una carpa con música electrónica y una carpa donde tocaban bandas de folk, indie y ska entre otras cosas.
Si seguías caminando llegabas a un sendero que se llamaba “Into the woods” aquí también habían varios escenarios con diferentes tipos de música y todo dentro del bosque… esto para mi, era un bosque encantado, podías conseguir gente disfrazada que te hacía alucinar y un montón de locuras que te hacían sentir en Alicia en el País de las Maravillas.
Esa fue mi impresión! habían estrellas guindando de los árboles y en la noche alumbraban y cambiaban de colores, sofas hecho de pedazos de tronco, una lavadora con música, un cine al aire libre, lugares para comer, tiendas y algunos senderos como laberintos… Era muy fácil perderse.
Los atuendos y maquillajes del festival son lo máximo! Es esa ropa que siempre has soñado usar pero sabes que si te la pones para salir a la calle la gente va a pensar que estás loc@… bueno esa misma ropa.
Recorriendo el sitio me senté a escuchar gran variedad de bandas y a ver shows de comedia, siempre conseguía gente fabulosa que compartían sus experiencias y me recomendaban lugares dentro del festival.
Durante todo el fin de semana estuve rodeada de esplendor, buena vibra, amistad y cosas bellas.
Todos me decían que para ser mi primer festival, escogí el mejor y no lo dudo… Fue excelente!
Durante el día habían muchas familias con niños que disfrutaban de la feria, los conciertos, la comida y se divertían paseando a lo largo del festival, llenaban el ambiente de alegría y juventud.
Mi primer festival en Irlanda, lo repito el próximo año y lo recomiendo 100%.
El humor y la fiesta revelan que hay siempre una reserva de sentido que todavía nos permite vivir y sonreír.
Leonardo Boff
Viajando entre líneas 